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Harina integral espelta ecológica

Harina integral de espelta ecológica, sus beneficios y un poco de la historia

La espelta es un cereal antiguo que se cultiva desde hace miles de años y que tiene muchas ventajas nutricionales y ecológicas. En este artículo te contamos qué es la harina integral de espelta ecológica, qué beneficios tiene para la salud y cómo se ha recuperado su cultivo y su uso en la alimentación.

¿Qué es la harina integral de espelta ecológica?

La harina integral de espelta ecológica es la que se obtiene al moler el grano entero de espelta, un tipo de trigo que se caracteriza por tener una cáscara dura que lo protege de las plagas y las enfermedades. Al ser integral, conserva todas las partes del grano: el germen, el endospermo y el salvado, lo que le aporta más fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes que las harinas refinadas.

La espelta ecológica es la que se cultiva siguiendo los principios de la agricultura ecológica, es decir, sin usar pesticidas, herbicidas, fertilizantes sintéticos ni organismos modificados genéticamente. De esta forma, se respeta el medio ambiente, se preserva la biodiversidad y se garantiza la calidad y la seguridad alimentaria.

¿Qué beneficios tiene la harina integral de espelta ecológica?

La harina integral de espelta ecológica tiene muchos beneficios para la salud, tanto por su composición como por su origen. Algunos de ellos son:

– Es rica en proteínas de alto valor biológico, que contienen todos los aminoácidos esenciales que el organismo no puede sintetizar y que son necesarios para el crecimiento y el mantenimiento de los tejidos.

– Es fuente de fibra alimentaria, que mejora el tránsito intestinal, previene el estreñimiento, regula los niveles de colesterol y azúcar en sangre y favorece la sensación de saciedad.

– Es rica en vitaminas del grupo B, especialmente la B17 o amigdalina, que tiene propiedades anticancerígenas y antitumorales. También aporta vitamina E, un potente antioxidante que protege las células del daño oxidativo.

– Es rica en minerales como el potasio, el fósforo, el magnesio, el hierro, el zinc y el manganeso, que participan en numerosas funciones metabólicas y contribuyen al equilibrio electrolítico, al mantenimiento de los huesos y los dientes, al transporte de oxígeno y al funcionamiento del sistema inmunitario.

– Tiene un gluten más débil y más digestible que el del trigo común, lo que lo hace más tolerable para algunas personas con sensibilidad al gluten o alergia al trigo. Sin embargo, no es apta para celíacos, ya que contiene gluten.

– Tiene un sabor y un aroma más intensos y característicos que el del trigo común, lo que le da un toque especial a los productos elaborados con esta harina.

¿Cómo se ha recuperado la espelta?

La espelta es uno de los cereales más antiguos que se conocen. Se cree que se originó en Oriente Medio hace unos 10.000 años y que se extendió por Europa gracias a los celtas y los romanos. Durante siglos fue la base de la alimentación humana hasta que fue sustituida por el trigo común, más productivo y fácil de moler.

Sin embargo, en los últimos años se ha producido un resurgir de la espelta debido al interés por recuperar los alimentos tradicionales, más saludables y sostenibles.